CONCEPTOS DE TRABAJO: SENTIDO INDIVIDUAL, SOCIAL, PROFESIONAL,
TRASCENDENTAL
La
definición teórica del concepto de trabajo puede
ser analizada desde perspectivas distintas. Una aproximación básica presenta a
este vocablo como la valoración del
esfuerzo realizado por un ser humano. Sin embargo, desde la perspectiva
neoclásica de la economía, por citar otro
caso a modo de ejemplo, el trabajo consiste en uno de los tres elementos que determinan toda producción,
como sucede con la tierra y
el dinero.
De
esta manera, y aproximándonos a lo que de manera habitual todos los ciudadanos
entendemos por trabajo, podemos determinar que dicho concepto se puede utilizar
de dos maneras muy frecuentes. Así, por un lado, nos referimos a él como la
acción que realiza una persona que se está ocupando de llevar a cabo una serie
de tareas o actividades ya sea a nivel físico o bien intelectual.
Y por otro lado, utilizamos este mismo
término para hacer referencia a toda ocupación que tiene un hombre o una mujer
fuera de su hogar por la cual recibe una asignación económica mensual. Así, por
ejemplo, podríamos utilizar el siguiente ejemplo: “Luisa tiene trabajo como
camarera en un bar del centro”.
Si uno se remonta a eras remotas, podrá advertir que
antes predominaba la esclavitud, un trabajo
forzoso que se produce cuando un individuo ejerce sometimientos sobre otro y le
impide tomar decisiones y desenvolverse con voluntad propia. A partir de
mediados del siglo XIX, los niveles de esclavitud comenzaron a descender y esta
modalidad fue declarada como ilegal.
Desde entonces, el trabajo asalariado pasó
a ser la forma de empleo más común.
Esta
concepción de la noción de trabajo lleva a dar por entendido que cuando un
individuo realiza una determinada actividad
productiva se lo recompensa con salario,
que es el precio que se le pone dentro del ámbito laboral a la labor que él
lleva a cabo. La relación de trabajo entre quien ofrece empleo y el trabajador
está condicionada y respaldada por diferentes leyes y convenios, aunque también hay en
la vida cotidiana casos de lo que se denomina trabajo
en negro (aquellas contrataciones efectuadas de forma ilegal que
permiten explotar y lucrar con los trabajadores).
Otras
formas de empleo que pueden detectarse a nivel mundial son el trabajo autónomo productivo (por
medio del cual se ejercen las profesiones liberales y el comercio, por
ejemplo), el trabajo informal de
supervivencia y la servidumbre,
entre otras.
Aunque
el trabajo ad honorem que no
supone la concesión de una retribución monetaria (generalmente realizado con
fines sociales o educativos) es una realidad, se considera que el trabajo es
una actividad que se lleva a cabo a cambio de una contraprestación económica. Por eso existe
una frase que afirma que “trabajo
es aquello que no harías si no te pagaran por ello”.
No
obstante, además de todo lo expuesto ya, hay que subrayar que trabajo es un
sustantivo que cuenta con otras muchas más acepciones. De esta forma también se
emplea para hacer referencia a lo que es el lugar en sí donde se lleva a cabo
el desarrollo de la ocupación. Un ejemplo podría ser este: “Miguel no estaba en
casa, se encontraba en el trabajo”.
Y
todo ello sin olvidar tampoco que existe una serie de expresiones que utilizan
el concepto que nos ocupa como parte fundamental. Así, también se habla de
trabajos forzados que son aquellos que realizan de manera obligada y como parte
de su condena las personas que se encuentran en ciertas prisiones.